martes, 28 de octubre de 2008

Panik yok

Pues eso. Con las mismas que se fue, ha vuelto la conexión a Blogger. Aquí nadie sabe nada y tampoco parece importar demasiado. En los diarios turcos en inglés tampoco he podido encontrar información aunque tampoco es que mi ingles sea muy brillante y del turco no me entero mucho. Desde algun site se argumentaba un problema de derechos de emisión de partidos de futbol (http://sansuresansur.blogspot.com/2008/10/live-football-streaming-piracy-seems-to.html). Quien sabe. Pero eso de no saber qué está pasando ni poder reclamar a nadie lo que consideras un derecho legítimo es desesperante. En esto consiste ser inmigrante?

viernes, 24 de octubre de 2008

Acceso suspendido

Bu siteye erişim mahkeme kararıyla engellenmiştir.

T.C. Diyarbakır 1. Sulh Ceza Mahkemesi 20.10.2008 tarih ve 2008/2761 sayılı kararı gereği bu siteye erişim engellenmiştir.

Access to this web site has been suspended in accordance with decision no: 2008/2761 of T.R. Diyarbakır 1st Criminal Court of Peace.

Esto es lo que pone en mi pantalla cuando quiero acceder a cualquier blog de blogger, incluyendo el mio propio. Pero como el que hizo la ley, hizo la trampa seguiremos informando aunque sea con un yogur perforado y una cuerdecita.

sábado, 18 de octubre de 2008

Rizar el rezo, rezar el rizo


Adivinen quiénes son las intrusas
En este conservador rincón del este de Turquía resulta muy difícil calcular qué porcentaje de mujeres llevan el tan traido y llevado hiyab. La misma calle principal que por la mañana del sábado está plagada de mujeres cubiertas, presenta decenas de melenas al viento esa misma tarde camino de los pubs de moda. En la universidad sin embargo, el asunto está resuelto. Al ser Turquía una República laica, las manifestaciones religiosas están prohibidas dentro de las instituciones públicas con lo que los pañuelos deben desaparecer en cuanto se atraviesa el umbral (siempre bien señalado) del campus. A pesar de ello, ya he visto algún caso de alumna que cubre su pañuelo con una peluca. Resulta habitual observar en el abarrotado autobús desde el campus al centro de la ciudad, al final de las clases, como, una vez dejado traspasado el umbral, decenas de muchachas sacan de sus bolsos o macutos escolares las distintas piezas de las que se compone el tocado. Primero un gorrito que mantenga el flequillo en su sitio y no permita que asome ni un solo pelo. A continuación, un pañuelo de seda generalmente de alegres colores combinado con el resto del atuendo y fijado mediante preciosas alfileres con cabeza de color. El proceso requiere cierta destreza para conseguir un efecto vaporoso y alguna incluso se ayuda de la pantalla de su teléfono móvil de última generación a modo de espejo. A continuación, un retoque de maquillaje con toda coquetería y listas!. Se apean del autobús cumpliendo los preceptos de su religión, no sin antes dirigir una mirada llena de lástima a mi pelo corto sin gracia.

martes, 14 de octubre de 2008

Miserias terrenales


El concepto de higiene es uno de los más susceptibles de interpretación en diversas culturas. Por ejemplo, un musulmán se muere de asco al verte tomar el alimento con la mano izquierda, considerada impura y destinada a cumplir los preceptos higiénicos y no digamos al pensar en comer cerdo. De la misma manera, los olores corporales son más o menos aceptados socialmente según te muevas a lo largo del planeta. Desgraciadamente, en sociedades "hiperdesarrolladas" la obsesión por la limpieza llega incluso a causar enfermedades entre los niños que son obsesivamente aislados por sus madres de cualquier resto de suciedad o polvo, lo que provoca un retraso en el desarrollo de los sistemas encargados naturalmente de protegerles. Pero a lo que vamos: el olfato. Por azares del destino y por culpa de un grupo de entrañables loquitos a los que estaré eternamente agradecida, mi sentido del olfato se ha visto gratamente desarrollado en los ultimos años (con riesgo incluso de llegar a poseer la llamada "porra de La Rioja" consistente en una nariz tapizada con millones de capilares dilatados por el generoso consumo de productos de dicha zona). Cuando te mueves entre Cabernet Sauvignon y sirah, es un privilegio, pero a veces resulta todo un ejercicio de adaptación antropológica.
Ana Lorente, gran conocedora de los saberes del comer y el beber y de la vida en general, me dió la pista: olemos a la grasa que utilizamos para cocinar. De esta manera, en gran parte de Africa, las calles están bañadas en aroma de aceite de girasol, de cacahuete o de otros frutos secos. En el Mediterráneo en general supongo que olemos a aceite de oliva (asesinado por el ajo y la cebolla en el caso español) aunque tendrán que ser otros los que lo digan.
En Turquía, la grasa utilizada para cocinar es mayoritariamente el aceite de girasol aunque también se encuentra con facilidad el de oliva, eso si, al doble de precio. Sin embargo, los portales inmensos, las callejuelas estrechas, las calles siempre abarrotadas, los restaurantes siempre listos para dar de comer a regimientos (excepto en ramadán) huelen a otra cosa. Parecería que estuvieran constantemente asando en la parrilla a algún anciano familiar muerto repentinamente. Lo mismo siento al comer ese carnero u oveja ya crecidito que dió su vida para engordar mi kebab. Es como comerse al tio abuelo muerto en la Guerra civil y cuyo cadáver nunca fue descubierto...hasta ahora?
PD. este comentario fue hecho delante de ciudadanos turcos, rumanos y húngaros. Todos se quedaron horrorizados. Llegó a la parálisis ante las risotadas de la otra única española presente. Empiezo a creer en el humor negro español.

viernes, 10 de octubre de 2008

Istanbul



"El lenguaje de que nos servimos para hablar de los demás paises, no sirve para dar una idea siquiera de aquella inmensa variedad de colores y de perspectivas; de aquella maravillosa confusión de ciudades y de paisajes, mezcla de alegría y de austeridad, de algo europeo y algo oriental, raro, elegante, extraño, original, magnífico y soberbio!"

"Constantinopla" Edmondo de Amicis