Volkan parece un tipo afable. Dirige una sonrisa abierta y mirada bonachona desde los carteles de su campaña electoral que inundan la ciudad. Toda la ciudadanía de Trabzon reconoce a Volkan, el alcalde desde las últimas elecciones, en esos carteles, convenientemente adaptados a cada situación, así rodeado de niños en la foto que preside una recién inaugurada escuela pública o vestido de blanco y pantalón corto sosteniendo una raqueta en la fachada de un centro deportivo municipal.
Es frecuente que en los actos públicos Volkan se salte el protocolo y al son de la música típica local agarre las manos más cercanas y se arranque en un horón, baile característico de esta zona del Mar Negro. Incluso los ciudadanos que no le votaron en las últimas elecciones aprecian su cercanía y su “política de puertas abiertas” donde, como si de un familiar se tratase, cualquiera puede acudir a él a exponerle su problema. De hecho su campaña electoral para las últimas elecciones locales celebradas el pasado domingo día 29 de marzo se orquestaba al son del lema:“Türkiye´de bordo-mavi, Trabzon´da Volkan Abi”, literalmente: en Turquía burdeos-azul (los colores del Trabzonspor, el equipo local), en Trabzon el hermano mayor Volkan.
Volkan complementa su figura pública con su esposa, una señora de unos 50 años que parece tener una vitalidad sin fin. En la oficina electoral, sus colaboradores próximos se dirigen a ella como “hoca” (maestro o profesor aunque también es la palabra con la que se designa al imán en las mezquitas), entre infinidad de tés, dulces caseros y patrióticas canciones entonadas por la hermana de una estrella local de la canción.
Pero estas elecciones no eran fáciles. Volkan seguramente sabía que su principal dificultad residía en su propio partido, el CHP de centro-izquierda e influencia kemalista , “demasiado moderno para una ciudad tan conservadora en asuntos religiosos” en palabras de la esposa del alcalde. Y ésta precisamente era la baza que jugaba el AKP, el partido del Primer Ministro Erdogan.
Es frecuente que en los actos públicos Volkan se salte el protocolo y al son de la música típica local agarre las manos más cercanas y se arranque en un horón, baile característico de esta zona del Mar Negro. Incluso los ciudadanos que no le votaron en las últimas elecciones aprecian su cercanía y su “política de puertas abiertas” donde, como si de un familiar se tratase, cualquiera puede acudir a él a exponerle su problema. De hecho su campaña electoral para las últimas elecciones locales celebradas el pasado domingo día 29 de marzo se orquestaba al son del lema:“Türkiye´de bordo-mavi, Trabzon´da Volkan Abi”, literalmente: en Turquía burdeos-azul (los colores del Trabzonspor, el equipo local), en Trabzon el hermano mayor Volkan.
Volkan complementa su figura pública con su esposa, una señora de unos 50 años que parece tener una vitalidad sin fin. En la oficina electoral, sus colaboradores próximos se dirigen a ella como “hoca” (maestro o profesor aunque también es la palabra con la que se designa al imán en las mezquitas), entre infinidad de tés, dulces caseros y patrióticas canciones entonadas por la hermana de una estrella local de la canción.
Pero estas elecciones no eran fáciles. Volkan seguramente sabía que su principal dificultad residía en su propio partido, el CHP de centro-izquierda e influencia kemalista , “demasiado moderno para una ciudad tan conservadora en asuntos religiosos” en palabras de la esposa del alcalde. Y ésta precisamente era la baza que jugaba el AKP, el partido del Primer Ministro Erdogan.
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