lunes, 24 de noviembre de 2008

Vida universitaria y friday night fever

En Trabzon hay dos tipos de alumnos, los nacidos en la ciudad y los foráneos, lo que incluye tanto a los no turcos como a los turcos procedentes de otras ciudades. Estos últimos son vistos como extranjeros y así se sienten. Es éste un campus pequeño dentro de una ciudad de un millón de habitantes pero donde todo el mundo sabe quien pasea con quien. Los estudiantes procedentes de otras ciudades turcas se pueden alojar en los dormitorios que la universidad ofrece dentro del campus.que son grandes edificios equipados con habitaciones con literas con capacidad para unos 6 estudiantes generalmente y por supuestos separados por sexos. Las chicas deben estar a las 10 de la noche de domingo a jueves y los viernes y sábado tienen permiso hasta las 11. Si una chica llega tarde, sus padres son avisados e incluso a las tres faltas puede llegar a ser expulsada. Los chicos en cambio no tienen horario límite e incluso si no se presentan hasta el dia siguente nadie les preguntará nada.
Con esta papeleta es fácil adivinar que los pubs y discotecas están llenos de chicos y las pocas chicas que asisten lo hacen siempre en modosa pareja y antes de las 10 desaparecen. Sin embargo, también las hay que optan por vivir en pisos compartidos, casi siempre con hermanas o amigas muy íntimas lo que les concede el estatus de familia. Son éstas las que se ven en las noches de fines de semana bailar con auténtica devoción. Pero quienes se llevan la palma en esto del baile son ellos, todavia no he conocido un turco que baile mal. Les apasiona y realmente son maestros, eso si, sospecho que le echan horas. Allí donde hay un espejo se ponen a ensayar pasos y posturas sin el mínimo sonrojo.
Como muestra adjunto un par de videos tomados a las tantas de la mañana de un viernes cualquiera. Siento la espantosa calidad pero por favor no os perdais el del menda que lo da todo en la pista.
Qué no daría yo por un ratito de felicidad así cada día!



sábado, 8 de noviembre de 2008

Ir a misa en Trabzon

El domingo pasado estuve en misa después de unos casi 20 años, pero la ocasión lo merecía. Se celebraba en la pequeña iglesia católica de Trabzon una de las dos que existen en toda la costa del Mar Negro. Hace dos años saltó a la fama porque un joven local de 16 años mató a tiros al sacerdote italiano Andrea Santoro, al parecer enfurecido por el asunto de la publicación de las caricaturas de Mahoma. Desde entonces, la pequeña comunidad católica de tan sólo 10 miembros se reune los domingos con un diácono rumano que celebra la misa en la pequeña iglesia con ornamentos que recuerdan las ortodoxas griegas, tras una verja y una puerta de seguridad. Durante la misa, la puerta se abrió sobresaltando a todos los presentes y entraron dos chicas ataviadas con el típico pañuelo musulmán que llevan en Turquía, supongo que movidas por la curiosidad. Les siguieron un par de chicos y pude ver la cara de inquietud de algunos de los fieles. El diácono que celebraba la misa sin embargo les invitó a entrar con un gesto y siguió oficiando la misa en turco donde la palabra para Dios es Allah, la misma que se canta desde los minaretes.